Teorías del envejecimiento
- Hogar del Anciano Girasol
- 23 jul 2015
- 3 Min. de lectura
El paso previo a ser anciano
El proceso de envejecimiento tiene implicaciones fisiológicas, psicológicas y sociales para el individuo y es a través de la gerontología donde logramos comprenderlas, y con ello ofrecer una mejor perspectiva y entendimiento de envejecimiento como proceso normal e integral.
Asimismo el AG, está en la valoración de las necesidades bio-psico-socio-culturales y espirituales del anciano (A). El énfasis está en optimar el nivel de independencia y autosuficiencia de la persona en cuanto a las actividades de diario vivir, en prevenir las enfermedades o invalidez, en promover, mantener la vida con dignidad, comodidad y bienestar hasta que llegue la muerte.
Desde el punto de vista social, hay tres teorías que ayudan a comprender si la persona tiene una vejez exitosa. El desafío del ejercicio de la gerontología es de que nadie envejece a un paso igual, no se puede predecir el proceso, y sus manifestaciones varían mucho de una a otra persona; esto es, no sigue un patrón determinado. Se dice que es un proceso irregular y asincrónico.
Existen múltiples teorías que ayudan a entender este proceso, tales como las biológicas, entre las que se mencionan: teoría de la inmunidad, de los radicales libres, del estrés, del error. Todas ellas con un enfoque biológico.
Desde el punto de vista social, hay tres teorías que ayudan a comprender si la persona tiene una vejez exitosa, demostrada a través de su capacidad de adaptación a los cambios inevitables, y el grado de deterioro mientras que aún se siente capaz de contribuir y crecer. Son las siguientes: Teoría de la actividad. Nos dice que aquellas personas más socialmente activas tienen una mejor capacidad de adaptación a su vejez.
Dicha teoría, inicialmente propuesta por Havighurst (1969), sostiene que, con excepción de los cambios inevitables de salud y fisiológicos, la persona anciana sigue teniendo las mismas necesidades de tipo físico, psicológico y social. Esta teoría afirma que el estado activo del individuo es la base para mantener u obtener satisfacción y autorrealización , y que el decremento de las actividades sociales es una imposición de la sociedad ante el anciano y en contra de los deseos del mismo. Se hacen notar a través de esta teoría los siguientes puntos:
Que es necesaria la actividad social para continuar con el desarrollo de roles.
La continuidad de los roles son necesarios para la manutención de un autoconcepto positivo. Se dice que existe correlación entre satisfacción con el estilo de vida (múltiples roles) y la actividad social.
Teoría del descompromiso o disociación. Fue propuesta por Cumming (1961) y dicha teoría sugiere que, con el paso del tiempo, el anciano empieza a dar de baja sus roles sociales y que hay un mutuo rechazo y aislamiento de la persona hacia la sociedad y viceversa. Esta teoría apoya la idea de que la vejez causa un alto nivel de satisfacción, y que el viejo acepta la inevitable disminución de interacciones sociales y se vuelve cada día más autoconcentrado.
Teoría de la continuidad. Habla de la capacidad de la persona de mantener patrones de adaptación y ajuste a través del ciclo vital. Dice que si se conoce la personalidad del individuo, se pueden hacer predicciones respecto a su respuesta al propio proceso de envejecimiento. Para este contexto se han identificado cuatro patrones de personalidad:
Personalidad integrada. Es la que incluye a gente madura y contenta pero con una gran variedad de niveles de actividad, desde el altamente activo hasta el desasociado.
Personalidad defensora. Compuesta por las personas que mantienen sus valores y normas de la edad adulta, y que se angustian ante las pérdidas o cambios sufridos por el envejecimiento.
Personalidad pasiva-dependiente. Compuesta por aquellas personas altamente dependientes, o bien apáticos.
Personalidad no integrada. En donde se encuentran aquellas personas con enfermedades mentales.
Todas estas teorías parecen ser simplistas y muy limitantes. Sin embargo, ofrecen lineamientos para comprender algunas manifestaciones de comportamiento del anciano. La influencia que sobre el envejecimiento tienen la cultura, la sociedad y los cambios propios del proceso en la sensación de bienestar de la persona vieja, son muy complejos; sin embargo, vale la pena mencionar las siguientes consideraciones:
La diversidad sociocultural y psicológica del anciano requiere de una valoración más completa, más allá de suposiciones, sólo por el hecho de ser anciano.
Existe la posibilidad de que pudieran haber cambios en los roles a desempeñar, que afectaran el comportamiento, la autopercepción y la existencia o falta de apoyos sociales (jubilación, viudez, etc.)
La familia y los contactos son fuentes esenciales de apoyo para el anciano.
La identificación con un grupo étnico puede ser, en culturas diversificadas, otra fuente de apoyo social valiosa.
La sociedad (todas, en general), se ve afectada por el aumento de gente mayor.
El estado de salud es un determinante de estado de comodidad o bienestar en la vejez.
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